MIS Cuentos Para Padres

Uno de los temas más misteriosos en nuestras familias es el abuso sexual infantil. Resulta increíble que un alto porcentaje de personas evitan conversar sobre ello. Este tópico nos ha impulsado en FUNDESAI a incursionar en investigar a profundidad sobre el delito cometido o por cometer, también a observar a los padres de niños de diferentes edades, entrevistar a representantes, cuidadores y maestros de nuestros niños y niñas, ha sido una desafiante experiencia humana, llegando al fondo del asunto. Esta falta de compromiso familiar sobre la problemática alusiva al abuso sexual infantil con nuestros niños y niñas atenta contra los derechos y el desarrollo evolutivo normal de ellos. Es una realidad sociocultural, fuera de todo contexto humano, cada vez más acentuado en nuestros tiempos, por lo cual resulta indispensable brindar información útil de manera diferente y más adecuada para los padres, invitándolos a que juntos podamos detectar a tiempo al abusador, proteger al posible abusado menor de edad y evitar la cruel herida que marca para siempre el desarrollo a posteriori del chiquitín afectado. Es un delito, repetimos, que se ha mantenido disfrazado, escondido entre los diferentes grupos sociales del pasado y más en los momentos actuales. Tema prohibido para muchas familias, nunca develado si por infortunio sucedió a uno de nuestros menores, como también puede acontecer entre nuestros mayores. Los daños causados a los pequeñitos son irreparables, traumas que quizás los conduzcan a una pobre calidad de vida personal en su etapa de adultez. El niño o niña quien sufre algún abuso sexual cargará con consecuencias de corto y largo plazo con esas secuelas profundas. Recordemos que muchos de los casos se delatan, como otros quedan silenciados para siempre, haciendo de la víctima una persona afectada per se. El papel de la familia es esencial en la recuperación física, emocional y social del niño quien ha sufrido de abuso sexual, es de suma importancia en caso de haber sido evidente. La atención que se le ha de proporcionar a este niño o niña no debe únicamente centrarse en el cuidado de sus lesiones físicas, sino debe buscarse ayuda entre distintos consejeros o profesionales, facilitando también atención psicológica o médica de ser necesario. Los menores de edad víctimas de abuso sexual pueden convertirse muchas veces en potenciales agresores; también suelen manifestar conductas híper sexuales, como por ejemplo la masturbación compulsiva, conductas seductoras o un exceso de curiosidad por los temas sexuales, agudizando el trauma ya causado. Las estadísticas son alarmantes, un niño de cada cinco es abusado, ¡1 de cada 5! Algunos países presentan estadísticas referidas de tres niñas de cada cinco son abusadas, datos realmente alarmantes en la actualidad. La diferencia de género en las secuelas también puede ser observada, si las víctimas son niñas suelen manifestar depresión y ansiedad casi de inmediato. En el caso de los niños puede ocurrir que se manifiesten más agresivos o que se conviertan en abusadores de otros niños. Estadísticamente, la mayoría del abuso se produce de varón a mujer y la mayoría de las mujeres no son abusadoras sexuales.